Ubicado en el corazón de la Habana, el Instituto de Gastroenterología, constituye el centro rector de la Gastroenterología en Cuba. Con casi medio siglo de existencia, es dueño de una longeva trayectoria en el diagnóstico y tratamiento de las afecciones del tracto digestivo.
Desde su creación, se destaca en la formación de profesionales dedicados a la Gastroenterología, quienes saben llevar, con éxito, dicha especialidad a las zonas más intrincadas de nuestro archipiélago y a diversos países. En su seno, la Gastroenterología pediátrica también encuentra gran apoyo y desarrollo inestimable.
Se caracteriza por ser un centro de realce en el campo de la investigación, donde, entre otras temáticas, el estudio de las enfermedades del hígado cobra fuerza y muestra importantes resultados.
Liderado durante muchos años por el maestro latinoamericano de la Gastroenterología, Dr. Raimundo Llanio Navarro, y dotado de numerosos equipos de alta tecnología así como de profesionales de elevado prestigio médico y docente, el Instituto de Gastroenterología hace gala de una rica historia que lo convierte en un referente obligado del desarrollo de la Gastroenterología Cubana.
En nuestro espacio Ud puede acercarse a este Centro de Atención Terciaria y conocer sobre su historia, estructura y funcionamiento, principales servicios médicos que ofrece, así como los principales proyectos de investigación en los que se encuentra vinculado, además de los cursos de superación que oferta. Toda una gama de información que seguro usted agradecerá.
Dr. Michael García Pérez
Especialista de Primer Grado en Gastroenterología y M.G.I
Es necesario hacer una síntesis muy apretada del estado de la especialidad de Gastroenterología antes del año 1959 para comprender la historia del Instituto de Gastroenterología y su papel en el desarrollo de la esta especialidad en el país.
En la etapa prerrevolucionaria (antes de 1959) la especialidad de Gastroenterología estaba muy poco desarrollada, contaba con muy pocos recursos humanos calificados y existía una ausencia casi total de equipamiento que determinaba una pobre instrumentación.
En esta etapa existían en el país 72 médicos que practicaban la parte clínica de la especialidad. La mayoría de ellos radicaban en la capital (60 médicos) y el resto estaban ubicados en el interior del país. No existía un sistema de formación de especialistas, simplemente algunos médicos se perfilaban hacia la especialidad, recibiendo a veces cursos fuera del país y con ello se auto titulaban por su dedicación hacia la especialidad.
La parte instrumental de la especialidad estaba muy poco desarrollada, o prácticamente no existía. En los años anteriores a 1959, un cirujano general, el Dr. Núñez Portuondo, introduce en el país la laparoscopia como método diagnóstico pero este es poco después abandonado por los cirujanos. Años más tarde el método fue retomado por el Dr. Lavín, especialista en Medicina Interna de la sala Clínica Altos del Hospital Calixto García en la Ciudad de la Habana, el cual comenzó a realizarla en pacientes hospitalizados y algunos en su consulta particular.
Durante los años 1959 y 1960 el embrión de la especialidad que se había comenzado a crear, prácticamente colapsó con el éxodo de médicos hacia Estados Unidos como parte de los planes imperiales de dejar al país sin estos profesionales. Comienza entonces el desarrollo de la especialidad a partir de 1966 con la creación del Instituto de Gastroenterología bajo la dirección del Dr. Raimundo Llanio Navarro, hoy director fundador de la institución, y por idea del Dr. José Ramón Machado Ventura, ministro de Salud Pública en aquel entonces, hoy Vicepresidente Primero del país, el cual crea los institutos de investigación del ministerio de Salud Pública mediante el Decreto Ministerial No. 65 de febrero de 1966, entre los cuales se encontraba el Instituto de Gastroenterología.
Desde sus inicios el Prof. Llanio cuenta con dos colaboradores a su lado, los cuales estuvieron junto a él en los primeros momentos de la historia del instituto, los doctores Salas y Tomás Roges, los cuales tuvieron un papel importante en estos primeros tiempos.
Estas instituciones surgen con la responsabilidad de formar los recursos humanos altamente calificados para todo el país y realizar investigaciones en relación a las afecciones inherentes a cada especialidad que constituyen un problema de salud. Es así que el Dr. Raimundo Llanio, con una visión de desarrollo de la especialidad en todo el país, y no limitada a la capital como había sido antes de 1959, que agrupa en torno suyo a un grupo de médicos generales de varias provincias, los que recibieron un entrenamiento acelerado y los conocimientos más avanzados de la especialidad para aquella época.
Estos médicos van a crear en las principales ciudades del país los primeros servicios de gastroenterología, de esta forma los doctores Tamayo Gandul y Cigarreta fundan el servicio en la ciudad de Santiago de Cuba, el Prof. Dr. Juan Rafael González Cansino en Manzanillo, Dr. Estrada en Camaguey, Dr. Carbó en Santa Clara, Dr. Jorge Jorge en la ciudad de Matanzas y el Dr. álvarez Guasch en la ciudad de Pinar del Río.
Desde que el Prof. Raimundo Llanio se encontraba en la sala Clínica Altos del hospital Calixto García, con la visión de futuro que lo caracterizaba, había comenzado a formar junto a él a dos brillantes médicos como gastroenterólogos, es de esta forma que se hacen gastroenterólogos el Dr. Arcadio Soto Escobar y la Dra. Graciela Jiménez Mesa, los cuales, ya entre finales de 1965 y 1966 se habían convertido en especialistas. Estos compañeros formaron durante años, junto con el Prof. Llanio, parte del primer consejo de dirección del instituto, y es de destacar que jugaron un papel protagónico en el desarrollo de la especialidad en el país, en la formación de las primeras generaciones de especialistas en Gastroenterología, en la realización de las primeras investigaciones que se hicieron en el instituto y en introducir algunas de las primeras técnicas de la especialidad.
Ya el 6 de agosto de 1962 se había dictado el Decreto Ministerial No. 13 por el cual se creaba el Sistema de Educación de Postgrado (residencias), y entre las residencias aprobadas se encontraba la de Gastroenterología. Es por este Decreto Ministerial que el Prof. Raimundo Llanio, en el Instituto de Gastroenterología, comienza a formar los primeros especialistas bajo el régimen de residencias. De esta forma es que a finales de 1967 el instituto gradúa sus primeros especialistas bajo este régimen, los doctores: Julián álvarez Blanco, Orlando Nodarse Pérez, Mirna Quintero Díaz, Eduardo Manso Rodríguez, Olema Ferret Maldonado y Menelio Pullés. Dos años después se graduó un segundo grupo, los cuales en su mayoría fueron ubicados en el interior del país para desarrollar o fortalecer otras provincias.
El instituto de Gastroenterología tiene su primera edificación en un pabellón del hospital Calixto García donde se instalan los primeros departamentos con que cuenta el instituto: las salas de hospitalización, los salones de endoscopia y laparoscopia, el departamento de tubaje, donde se hacían las exploraciones funcionales del sistema digestivo entre otros. Poco tiempo después se le entrega al instituto un edificio de apartamentos ubicado en la calle 25 en el Vedado con el número 503, al cual se le crea una conexión con el viejo pabellón del hospital Calixto García, lo que permite hacer una ampliación importante para aquel entonces a la institución.
Una vez creado el instituto y en la edificación que le había entregado el hospital Calixto García, el Prof. Llanio desarrolla y consolida la técnica de la laparoscopia, que la había aprendido y comenzado a desarrollar en la sala Clínica Altos con el Dr. Lavín. Le hace innovaciones, la simplifica y la va extendiendo a todos los servicios de Gastroenterología de la capital y del resto del país. Es el que introduce la laparoscopia de urgencia en el diagnóstico precoz del abdomen agudo, creándose en el instituto el servicio de laparoscopia de urgencia que durante muchos años brindó este servicio a las dos provincias habaneras durante las 24 horas del día. Se crea a partir de este, el servicio de laparoscopia de urgencia en los departamentos de Gastroenterología de las principales ciudades del país. Es el desarrollo de la cirugía laparoscópica y el diagnóstico por imágenes, unido al desarrollo que había tenido la laparoscopia diagnóstica, que le permite al instituto en el año 2006 dejar de tener el papel protagónico en la laparoscopia de urgencia en la capital y que cada hospital asuma el diagnóstico laparoscópico y la terapéutica por esta vía en las urgencias abdominales.
Desde sus inicios el instituto comienza a realizar la gastroscopia con el equipo rígido, que era el que existía en aquel tiempo, la practicaba el Dr. López Hidalgo, médico del hospital militar, que llevaba este equipo desde de este centro al instituto. Se va desarrollando este proceder y son los doctores Eduardo Manso y Orlando Nodarse los que introducen y consolidan la endoscopia con equipo de fibra óptica, y entrenan a los primeros especialistas que aprenden a realizar este proceder que serían los que la realizarían en otros hospitales de la capital y del resto del país. El instituto introduce en el país la técnica de la colonoscopia con la Dra. Graciela Jiménez Mesa, que la había aprendido en Japón, la consolida y entrena a los especialistas que la llevarían a los primeros servicios de la capital y del resto del país que la realizarían.
También el instituto introduce en el país la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Posteriormente fueron introduciéndose paulatinamente las técnicas terapéuticas afines a estos procederes endoscópicos. En el año 2002 se introduce en el instituto la tecnología videoendoscópica, la cual va desplazando lentamente a la de fibra óptica, con las sustanciales ventajas que esto representa para la enseñanza de la endoscopia y para la asistencia médica Desde su fundación, en el departamento de tubaje comienzan a hacerse las pruebas funcionales del aparato digestivo que se hacían en esa fecha: el drenaje biliar, los estudios de la secreción gástrica, entre otros. Es de señalar que para ese tiempo no existía personal técnico ni de enfermería que hicieran estas pruebas, y es así que a partir de auxiliares generales el Dr. Llanio forma las primeras “técnicas en gastroenterología” quienes harían estos procederes y también serían las que junto con el médico especialista realizarían las endoscopias del tracto digestivo superior y las laparoscopias. Muchas de ellas trabajaron en esto hasta su jubilación, y a su vez formaron las que irían a trabajar en los departamentos de tubaje de los otros hospitales de la Ciudad de La Habana y del resto del país El instituto de Gastroenterología es el que también introduce los estudios de motilidad digestiva, con el Dr. Antonio González Griego quien tiene el papel fundamental en esta actividad.
El desarrollo de la hepatología en Cuba tiene su embrión en el instituto de Gastroenterología con el Dr. Arcadio Sotto, quién realiza los primeros ensayos clínicos en las afecciones de este órgano, destacándose los ensayos, por primera vez en el país, del Interferón alfa leucocitario y posteriormente el interferón alfa recombinante en la hepatitis B.
La gastroenterología pediátrica la introduce en Cuba, en el instituto, el Prof. Eladio Blanco Rabasa quién durante años fue el jefe de esta sección. El Dr. Carlos Castañeda Guillot lo sustituye posteriormente y juega un papel fundamental en la consolidación de esta sub especialidad y su expansión al resto del país.
A través de todos estos años, desde su fundación, el instituto ha graduado la mayoría de los gastroenterólogos con que cuenta el país, ha sido el centro de referencia en la especialidad de Gastroenterología y desarrollado algunos de los procederes endoscópicos que hoy se hacen en el país.
En Agosto del 2003 es otorgada al Prof. Raimundo Llanio la categoría honorífica de Director Fundador, y ocupa la dirección del instituto el Dr. Enrique Arús Soler quien venía de dirigir los servicios de Gastroenterología del hospital Dr. Luis Díaz Soto primero y Hermanos Ameijeiras después.
Se reorganiza a partir de esta fecha toda la actividad de asistencia médica. El instituto de gastroenterología asume el papel que le corresponde y para lo que fue creado como centro de investigación científica. Se hacen ensayos clínicos con elevado nivel científico y metodológico, entre ellos, los más significativos resultan la fase I y II de la vacuna terapéutica contra el virus de la hepatitis C, en conjunto con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. El consejo científico de la institución juega el verdadero papel que le corresponde en un centro que su razón de ser es la investigación científica, todos los proyectos de investigación son discutidos en este consejo con un elevado rigor, sus miembros, seleccionados entre los especialistas de más alto nivel de la institución se preparan no solo desde el punto de vista científico sino también desde el punto de vista metodológico, lo que hace que el consejo científico se constituya en un arma muy poderosa en el desarrollo científico de la institución. El salto de calidad que da el centro en este aspecto es dirigido por su nuevo sub. director de investigaciones, el Dr. Eduardo Vilar Gómez, que asume esta responsabilidad en esta nueva etapa, cuadro de dirección joven de elevada preparación científica.
Se desarrollan también otro tipo de investigaciones, como es la prueba de campo de la vacuna cubana contra el virus de la hepatitis B, el estudio del impacto que tuvo la instauración de la revolucionaria idea de llevar la endoscopia a la atención primaria de salud y ejecutada por especialistas de este nivel de atención, esta fue una investigación por encargo de la dirección del Ministerio de Salud Pública. Estas dos investigaciones fueron conducidas por del Dr. Enrique Galbán, epidemiólogo de la institución, quien fue el investigador principal de ambas.
La actividad docente tiene también un cambio revolucionario. Se sustituyen los obsoletos métodos de enseñanza por los más contemporáneos, como es el método problémico. Se instaura por primera vez la actividad metodológica en el proceso docente. La Dra.C. Marlén Castellanos Fernández, cuadro científico joven, la cual es una estudiosa de la educación médica superior, asume la subdirección docente en esta etapa y es quien lleva a cabo estos revolucionarios cambios.
La endoscopia se desarrolla, se introduce nueva tecnología de punta y se comienzan a realizar nuevas técnicas de endoscopia terapéutica. El departamento de endoscopia del instituto da un salto organizativo y cualitativo de significación.
Este período, a partir del 2003, se caracteriza por una entrada en el instituto de especialistas muy jóvenes seleccionados entre los mejores de las graduaciones anuales, los cuales, en todos los casos han jugado un papel destacado como investigadores y algunos de ellos ya se han convertido en verdaderos cuadros de dirección; entre ellos se destacan la Dra. Caridad Ruenes y la Dra. Zaily Dorta.
Esta etapa también se caracteriza por la formación de doctores en Ciencias Médicas y Ciencias de la Salud a partir, tanto de los investigadores y especialistas más jóvenes como a partir de los que ya se encontraban en la década de los 60, elevándose de forma significativa el número de investigadores con esta categoría científica.
El desarrollo que ha alcanzado el instituto hace insuficiente al inmueble para poder ejecutar las actividades asistenciales, docentes e investigativas. La institución entra en un proceso inversionista a partir del 2004, con lo que se lograría una ampliación considerable y una mejoría significativa en las condiciones generales para el funcionamiento institucional.
La calidad en la prestación de los servicios y la satisfacción de la población que atiende el centro permitieron que a finales del año 2007 se le otorgue al instituto la categoría de Colectivo Moral, la más alta distinción que otorga el Sindicato de la Salud a una institución La cual fue ratificada en años posteriores en consulta con pacientes, familiares y con la comunidad.